lunes, 28 de marzo de 2016

PRINCIPIOS DE DETECCIÓN DE LA RADIACION
Los detectores de radiaciones ionizantes pueden clasificarse en detectores inmediatos o retardados. También, pueden clasificarse en detectores por ionización o por excitación.

Inmediatos
Retardados
Tipo de detector
Por Ionización
Por excitación
Por Ionización
Por excitación
Gaseosos y semiconductores
De centelleo
De película fotográfica
Termo luminiscente
Detectores Gaseosos
Constituidos por un recinto conteniendo un gas, sometido a un campo eléctrico producido por una diferencia de potencial aplicada entre dos electrodos.
Cuando dicho dispositivo se expone a un campo de radiación, la interacción de las partículas ionizantes con el gas que llena el recinto o con el material de sus paredes hace que se generen pares de iones.

Cámaras de Ionización
Cuando la diferencia de potencial deja de ser nula, el campo eléctrico existente atrae a los iones hacia los electrodos correspondientes con una fuerza proporcional a la intensidad de campo eléctrico y a la carga eléctrica de un ion, pese a la existencia de la fuerza de atracción algunos iones se recombinan durante su migración hacia los electrodos.
Cuando un detector gaseoso se polariza de manera tal que todos los iones primarios generados en su interior son recolectados por sus electrodos. Opera en la zona de cámara de ionización.
Las corrientes generadas en las cámaras de ionización suelen ser de muy bajo valor, del orden de 10-12 amperes, lo que impone precauciones especiales para su medición.
Debido a la muy pequeña cantidad de cargas eléctricas puestas en juego por cada interacción de partículas ionizantes del campo de radiación con la cámara de ionización, la amplitud de los correspondientes impulsos eléctricos resulta muy pequeña; por esta razón, no resulta práctico utilizar este tipo de detectores para el contaje de eventos.



Las cámaras de ionización se emplean fundamentalmente para la determinación de la intensidad de campos de radiación; la intensidad media de corriente a través de una cámara de ionización resulta directamente proporcional a la tasa de fluencia de las partículas y a la energía de las mismas.
Contadores proporcionales
Los detectores gaseosos polarizados en esa zona de funcionamiento se los denomina contadores proporcionales. La amplitud de los impulsos obtenidos guarda proporcionalidad tanto con la energía transferida por la partícula ionizante incidente que interactúa con el detector como con la tensión de polarización de los electrodos.
Como la amplitud de los impulsos en la zona de contador proporcional guarda proporcionalidad con la energía de las partículas ionizantes, es frecuente su utilización en espectrometría.

La aplicación más frecuente de este tipo de detectores en protección radiológica es el monitoraje de contaminaciones superficiales con radionúclidos emisores alfa o beta. Dado que las partículas alfa y beta poseen baja capacidad de penetración en un medio material denso, es necesario contar con una ventana de espesor apropiado y de material liviano para que tales partículas puedan interaccionar con el gas del detector.
Contadores Geiger-Müller
Si se continúa aumentando la diferencia de potencial entre electrodos de un detector gaseoso que corresponden al rango de funcionamiento como contador proporcional, el factor de multiplicación de iones deja de ser lineal con la tensión aplicada. La masa de los iones positivos mucho mayor que la de los electrones, estos se desplazan a menor velocidad, llegando a constituir una carga espacial que altera la forma del campo eléctrico dentro del detector, por ende, la linealidad. Si se aumenta aún más la diferencia de potencial, el efecto de la carga espacial resulta dominante frente a la diferencia de potencial exterior.
La principal característica de un contador Geiger-Müller es que la amplitud de la señal eléctrica es independiente de la energía y naturaleza de la partícula, resultando la de mayor amplitud obtenible con la configuración del detector gaseoso utilizado.

Si se continúa aumentando la diferencia de potencial entre electrodos, se produce una descarga en el gas por efecto de la alta intensidad del campo eléctrico. Esta zona no es de interés desde el punto de vista de la detección de la radiación; además, en general, provoca la destrucción del detector.
En la zona de Geiger-Müller, la amplitud del impulso se mantiene constante e independiente de la energía de la partícula, ya que en esta región de trabajo del detector gaseoso la amplitud de los impulsos, alcanza el valor máximo obtenible con esa configuración del detector.
Tiempo muerto de un contador Geiger-Müller
Luego de producida la interacción de una partícula ionizante con el contador, se produce en su interior una avalancha de partículas cargadas que da lugar a la aparición de una carga espacial. La alta concentración de iones positivos en las proximidades del ánodo, esta carga espacial distorsiona el campo eléctrico interior del detector e impide la aparición de nuevas avalanchas debidas a posteriores interacciones.
Esta situación se prolonga hasta tanto se hayan recolectado los iones positivos y fija el tiempo durante el cual, después de una primera interacción, el detector queda inhabilitado para responder a posteriores interacciones.
El tiempo necesario después de un impulso de máxima amplitud hasta otro de amplitud detectable se denomina tiempo muerto, y el requerido para que el contador pueda entregar otro impulso de amplitud máxima se denomina tiempo de recuperación.


En los contadores Geiger-Müller, los tiempos muertos y de recuperación son del orden de los 100 a 200 microsegundos.
El error en el contaje debido al tiempo muerto es proporcional a la tasa de fluencia de partículas ionizantes que llegan al detector. Cuando ésta aumenta, también aumenta la probabilidad de que dos partículas lleguen al detector separadas un tiempo menor que el tiempo muerto.
Curva característica de un contador Geiger-Müller
Si la tasa de fluencia de partículas que inciden en un contador Geiger-Müller se mantiene constante y se varía la tensión aplicada al detector, el número de impulsos registrados en la unidad de tiempo varía.

Al intervalo de tensión durante el cual el contaje se mantiene aproximadamente constante se lo suele denominar plateau. Un buen contador Geiger-Müller, su extensión es un porcentaje importante de la tensión de operación del mismo. El valor de tensión en el cual comienza la zona plana influyen las características del contador y la sensibilidad del sistema electrónico de registro.
A medida que se eleva la tensión aplicada al detector, crece la amplitud de los impulsos por hacerse las avalanchas más intensas, aumentando la probabilidad de que el gas de apagado no llegue a neutralizar todos los iones positivos formados. Alguno puede alcanzar el cátodo y arrancar un nuevo electrón, lo que puede generar una nueva avalancha y producir un nuevo impulso eléctrico.
La zona de plateau de un contador Geiger-Müller no resulta totalmente horizontal, sino que presenta una cierta pendiente. La calidad del contador será tanto mayor cuanto más amplia resulte la región de plateau y menor su pendiente.
Cuando un contador Geiger-Müller envejece, la forma de su curva característica se altera, reduciéndose el plateau y aumentando su pendiente, debido básicamente a la degradación del proceso de apagado.
Eficiencia de los contadores Geiger-Müller
Estos contadores se prevén para la detección de radiación beta o fotónica. El gran poder de penetración de los fotones, las paredes del tubo pueden ser de vidrio o metal relativamente gruesas, no así en el caso de las partículas beta.
Para que tenga lugar la detección de un fotón X y gamma, debe por lo menos liberarse un electrón secundario.
El electrón liberado debe a su vez, alcanzar el volumen sensible del contador e iniciar una avalancha. La eficiencia intrínseca de un contador Geiger-Müller para radiación fotónica en general no pasa del 1 o 2%.
En el caso de la radiación beta, dado su elevado poder de ionización, si el espesor de la ventana es suficientemente delgado, el valor de la eficiencia intrínseca del detector puede llegar hasta el 90%.
Cuando se emplea un contador Geiger-Müller para medir intensidad de campo de radiación
Fotónica a través de la magnitud Exposición, debe considerarse la variación de la sensibilidad de respuesta en función de la energía de la radiación.

La variación de sensibilidad con la energía de los fotones incidentes se origina:
Para bajas energías, influye la atenuación que ejerce la pared del contador, la cual disminuye al aumentar la energía hasta llegar a un valor E1 para el cual la sensibilidad es máxima.

A partir de la energía E1, la curva sigue la forma de variación de la sección eficaz microscópica compuesta para efectos fotoeléctricos, Compton y formación de pares.




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